La Diócesis de Texcoco peregrina a la Casa de la Morenita del Tepeyac


Imagen La Diócesis de Texcoco peregrina a la Casa de la Morenita del Tepeyac

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Por: Texcoco / Diócesis de Texcoco

“Bajo tu mirada de compasión, por nuestros pastores te agradecemos de corazón”

Con profundo espíritu de unidad y gratitud, cerca de ocho mil fieles de la Diócesis de Texcoco participaron este viernes en la 66ª Peregrinación Diocesana a la Basílica de Guadalupe, una de las expresiones de fe más queridas y arraigadas de nuestro pueblo.

Desde muy temprano, comunidades parroquiales, sacerdotes, religiosas, seminaristas y familias completas se congregaron en la Glorieta de Peralvillo desde las 7:30 de la mañana, respondiendo al llamado a caminar juntos “bajo la mirada de compasión” de Santa María de Guadalupe y dando gracias “de corazón por nuestros pastores”.

Un pueblo que camina unido

A las 8:00 horas, el rezo del Santo Rosario marcó el inicio de la peregrinación. Entre cantos, oraciones y un ambiente lleno de esperanza, los peregrinos avanzaron por las calzada de Guadalupe hasta llegar al Tepeyac, confiando a la Madre de Dios las intenciones de todas las familias, de los enfermos, de quienes han perdido el rumbo y de quienes sostienen la misión evangelizadora en nuestra diócesis.

Ya en el atrio de la Basílica, a las 9:45 horas, los agentes de pastoral de cada parroquia entregaron una rosa como signo de amor filial y ofrenda agradecida a la Virgen Morena, gesto que reafirmó la comunión de toda la Iglesia particular de Texcoco.

María es la estrella que nos guía hacia Cristo

A las 10:00 horas dio inicio la Sagrada Eucaristía, presidida por nuestro Obispo, Mons. Carlos Enrique Samaniego López, y concelebrada por el presbiterio. El templo se llenó de fe viva, cantos y un profundo silencio en los momentos de oración que envolvió las palabras de nuestro pastor.

En su homilía, Mons. Samaniego recordó que la Virgen María es “la estrella de la nueva evangelización”, aquella que guía a sus hijos hacia el encuentro con Cristo y sostiene su misión en medio de las dificultades:

“Así como la estrella guía al marinero a un puerto seguro, María guía a los evangelizadores para que cumplan su misión y conduzcan a los demás a Cristo.”

También invitó a los fieles a no perder el rumbo en tiempos de confusión o desánimo:

“María ofrece una orientación clara y segura para no perder el rumbo de la vida.”

Y en un tono de voz cercano, pero firme, exhortó a los peregrinos a dejarse conducir por la Virgen para ser discípulos que anuncian esperanza en medio de un mundo herido:

“Los cristianos que evangelizan como María, se convierten en estrellas refulgentes que anuncian un nuevo amanecer, un día lleno del Evangelio y de la alegría.”

Un encuentro fraterno que fortalece la comunión

Tras la celebración, los peregrinos continuaron su jornada con un ambiente de alegría y unidad. A las 2:00 de la tarde, Mons. Carlos Enrique Samaniego se reunió con cientos de fieles en el Bosque de Aragón, donde compartió los alimentos y convivió con las comunidades que se organizaron para recibirlo. Fue un momento sencillo y cálido, donde se hizo sentir la cercanía del pastor con su pueblo.

Una peregrinación que renueva la misión

Este encuentro anual no solo expresa la fe profunda de la Diócesis de Texcoco, sino que fortalece el compromiso de todos por vivir y anunciar el Evangelio en nuestras parroquias y comunidades. Bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, la diócesis renovó su deseo de caminar unida, servir mejor y acompañar a quienes más lo necesitan.